lunes, 4 de febrero de 2013

¿Dónde viven los cruceños?

Es común ver en las ciudades, la conformación de barrios con un perfil socioeconómico similar. Estos territorios producen lógicas de ocupación del espacio marcadas por rasgos distintivos. Estos rasgos pueden verse traducidos en estilos arquitectónicos, usos de suelo, distribución de bienes y servicios y otra serie de especificidades.

¿Dónde viven los cruceños? ¿Pueden demostrarse patrones de asentamiento basados en su perfil socioeconómico? ¿Existe relación entre barrios y la situación ocupacional de la población?

Los siguientes mapas fueron realizados a partir de la información disponible del Censo 2001, en colaboración con el Departamento de Cartografía del Gobierno Municipal de Santa Cruz. Si bien mi hipótesis inicial (basada en observación empírica) es que en los barrios de la ciudad aun puede verse un perfil social heterogéneo de habitantes, sí existen patrones de ocupación espacial relacionados a la situación ocupacional, lo que determina de manera directa, una relación entre espacio-capital-trabajo. 

Es así como se constata que la zona centro-norte tiene un perfil donde predominan los asalariados y obreros (distritos 1, 2, 3 y 9). Precisamente, en estos barrios se evidencia la presencia de barrios obreros o de trabajadores asalariados, creados en la década de 1980, cuando los sindicatos obreros lograron conseguir la adjudicación de terrenos y concretizaron proyectos de construcción de viviendas. Asimismo, otras zonas que pueden verse reflejadas en este mapa son las zonas desarrolladas por iniciativas cooperativas o mutuales destinadas al apoyo de vivienda, las que financiaron la creación de barrios creados por auto-gestión organizada. Estos barrios fueron creados tanto por las cooperativas financieras como La Merced y otras al igual que por la  Mutual Guapay. 




Los patrones y/o socios de empresas viven de manera predominante en el centro de la ciudad (distrito 11) y en zonas de mayor concentración de los barrios y/o  condominios cerrados (distrito 5). Otros barrios que deben ser mencionados son Urbarí y Las Palmas (distrito 4). Esto demuestra la preferencia de ubicación de las personas que ostentan capital económico en la ciudad. Los islotes de densidad de patrones o socios en la periferia, se configuran bajo la forma de lenguas o strips, situados a los bordes de las principales vías troncales de acceso a la ciudad, y responden a la ubicación de gran parte de los condominios cerrados existentes.







Asimismo,
los trabajadores por cuenta propia  sobresalen en los distritos de la periferia (8, 10 y 12). Estos barrios se conforman como las zonas en donde viven quienes probablemente generan fuentes de ingreso autónomas y de mayor precariedad en relación a prácticas de seguridad laboral. El populoso Plan 3000 es casi en su integridad, el ejemplo más contundente de un distrito de alta densidad de este tipo de trabajador, lo que posiblemente demuestre los patrones culturales, de generación de riqueza y de acumulación de quienes viven en esta zona. 


Los desocupados por otro lado, también se encuentran en distritos periféricos (6, 7, 8 y 12).  Donde mayor desocupación se evidencia, es en la periferia de estos mismos distritos, lo cual puede inducir a agravar la percepción de pobreza dentro de los mismos. Se puede constatar que aproximadamente la mitad de la Villa 1ero de Mayo es desempleada, al igual que una buena parte del Distrito 12. En el caso de este último distrito, esta es una zona de tardía incorporación al tejido urbano. 










Se creía que el origen migratorio de la los habitantes del Plan 3000 (distrito 8), asociada a los flujos andinos de asentamiento condicionaba la pobreza existente en esta zona, que coincide también con los mayores índices de población de trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, dentro del Plan 3000, esto es cierto en los barrios donde viven predominantemente indígenas del Oriente boliviano. Este dato, poco explorado, demuestra que los más pobres en la cuidad son nuestros propios indígenas urbanos, quienes probablemente tienen mayores dificultades en adaptarse a las lógicas mercantilistas de mercado, características en cualquier ciudad. 




Los datos recogidos en el último censo (2012) demostrarán si estos patrones han cambiado o si sólo se acentuaron. Dónde viven los cruceños y cuál es su situación ocupacional configurará territorios urbanos marcados por maneras de apropiación del espacio, en donde la relación capital-trabajo adquirirá una forma concreta. Esperemos que con este tipo de dato, se logre contribuir a determinar las políticas urbanas necesarias no sólo apuntadas hacia la generación de empleo, sino también a la ubicación de las mismas.